El proceso de crecimiento durante la niñez y adolescencia involucra una serie de cambios físicos, emocionales, intelectuales y sociales. El apoyo de los padres y cuidadores es crucial en esta etapa para generar una validación positiva y amorosa.
Esto es especialmente relevante, según los especialistas, cuando los niños presentan una estatura diferente a la de sus pares, que puede desencadenar en acoso escolar, burlas constantes o ser excluidos de grupos de amigos, hasta sentirse socialmente aislados.
Mario Solervicens, psicólogo de Endoplus, advierte que el crecimiento inadecuado puede tener un impacto significativo en el desarrollo emocional y social que se puede ver reflejado en tres grandes síntomas que se agudizan, como la ansiedad, estrés y sintomatología depresiva.
“Alrededor del 45 a 50 por ciento de los niños y niñas que padecen talla baja tienden a presentar ansiedad, lo cual se puede ir asociando a comportamientos como el sentirse disminuido, vale decir, con menores capacidades al momento de enfrentar situaciones problemáticas sobre todo en aquellos espacios de orden social y relacional, lo que trae consigo un impacto observable en el desarrollo de su autoestima”, recalca.
Asimismo, el profesional menciona que existe un correlato directo con sintomatología de estrés postraumático (TEPT), que se define como una enfermedad de salud mental causada por una situación aterradora o insostenible a nivel emocional que se haya vivido o presenciado. En este sentido, se debe estar atentos a vivencias escolares negativas, como el bullying, ya que generan un impacto psicológico en la persona y se deben tomar medidas desde el ámbito escolar y también familiar.
Otro trastorno emocional que se puede presentar durante esta etapa es la depresión. En ese aspecto, el especialista afirma que cuando esta sintomatología ocurre, se ven agudizados los comportamientos de aislamiento o con respuestas agresivas.
Para los adolescentes es central la validación y reconocimiento social y, en ese sentido, es relevante la imagen corporal y apariencia física. Por ello, cuando se observa que se está creciendo más lento en relación con sus amistades, afecta especialmente en aspectos como la validación con sus pares y la búsqueda de su propia identidad.
Al respecto, el experto precisa que el fenómeno de talla baja e impacto psicológico es amplio y toca diversas aristas, por lo tanto, es primordial su atención y acompañamiento integral. Un factor primordial de apoyo es el rol que desempeñan los padres, madres y/o figuras significativas de vinculación, específicamente, en cuanto a promover el tipo de apego seguro, que involucra que exista una relación amorosa y contenedora con características de aceptación y amor incondicional, junto con fomentar la autoestima, educar respecto al validarse y el autocuidado, siendo una herramienta protectora de cara a situaciones de bulling.
Por otro lado, recomienda fomentar la participación en actividades que sean del agrado del niño, niña y adolescente, en las que se sientan cómodos, así como cuidar y observar en la medida de lo posible las dinámicas relacionales.