Crónica

Nueva Zelanda libre de tabaco

Una ley determinó — a mediado de diciembre— que ninguna persona nacida después de 2008 podrá comprar cigarrillos o productos de tabaco en ese país. Eso implica que en 2050 los de 40 años serán muy jóvenes par comprar cigarrillos.

«Miles de personas vivirán vidas más largas y saludables y el sistema de salud se ahorrará 5.000 millones de dólares neozelandeses (3.200 millones de dólares estadounidenses) al no tener que tratar las enfermedades causadas por el tabaquismo», afirmó la ministra de salud de Nueva zelanda, Ayesha Verrall.

La tasa de tabaquismo de Nueva Zelanda ya se encuentra en mínimos históricos. Solo el 8% de los adultos fuma diariamente, según las estadísticas del gobierno publicadas en noviembre, una reducción del 9,4% con respecto al año pasado.

Se espera que la nueva legislación, llamada Proyecto de Ley de Ambientes Libres de Humo, reduzca el porcentaje de adultos fumadores a menos del 5% para 2025. El objetivo a largo plazo es eliminar la práctica por completo.

Menos comercios

El proyecto de ley también limita la cantidad de comercios que pueden vender productos de tabaco, esto significa reducir de 6.000 sitios actualmente a 600 en todo el país.

También se disminuirán los niveles de nicotina en los productos de tabaco para hacerlos menos adictivos.

«Esto significa que la nicotina se reducirá a niveles no adictivos y las comunidades estarán libres de la proliferación de minoristas que apuntan a la venta de productos de tabaco en áreas específicas», agregó Verrall.

La ministra agregó que la legislación podría cerrar la brecha en la esperanza de vida entre los ciudadanos maoríes y los no maoríes.

La tasa general de tabaquismo entre los ciudadanos maoríes es actualmente del 19,9 %, por debajo del 22,3 % del año pasado.

La nueva legislación no prohíbe los cigarrillos electrónicos, que son más populares entre las generaciones más jóvenes que los cigarrillos.

Críticos del proyecto de ley, incluyendo el partido ACT (acrónimo en inglés de Asociación de Consumidores y Contribuyentes), que tiene 10 escaños en el parlamento, advirtieron que las nuevas medidas podrían impulsar un mercado negro de productos de tabaco y acabar con las pequeñas tiendas.

«Nadie quiere ver a la gente fumar, pero la realidad es que algunos lo harán y la prohibición introducida por el Partido Laborista (en el poder), típica de un Estado paternalista, va a causar problemas», señaló la líder adjunta de ACT, Brooke van Velden.