La variante india o Delta es un 60% más transmisible que la alfa (detectada primero en Reino Unido), que a su vez era un 50% más contagiosa que la cepa original. Fue detectada por primera vez en marzo pasado en India y desde allí se propagó a Singapur y el Reino Unido y luego al resto del mundo.
El primer caso oficial en Chile fue anunciado este 24 de junio
Sus síntomas son más ‘leves’ (parece más a una gripe) que las anteriores —causa dolor de cabeza y de garganta, secreciones nasales, fiebre y tos— pero bien características que permiten que evada al sistema inmunitario lo que la hace más esquiva que la variante Beta (B.1.351) identificada en Sudáfrica, que hasta ahora era la peor.
¿Por qué es tan temida?
La clave del éxito de la Delta es el grupo de mutaciones que ha acumulado la variante en la proteína de la espícula, que recubre el SARS-CoV-2 y da al virus su aspecto de corona. “Estas mutaciones han cambiado la espícula y, por consiguiente, algunos de los anticuerpos existentes podrían no fijarse de forma tan fuerte o frecuente”, explicó Markus Hoffmann, biólogo infectólogo del Instituto Leibniz de Investigación de Primates, de Alemania. Hoffman y otros han demostrado que la Delta y la variante relacionada Kappa que evaden los anticuerpos creados en la infección previa y a través de la vacunación.
Esto no quiere decir que las vacunas no sirvan, pero pueden ser menos eficaces. Pero todo está en estudio, por lo que la recomendación sigue siendo mantener las medidas de cuidado aunque se esté vacunado.
Y como si fuera poco, en India ya se habla de otra mutación: la Delta plus, también conocida como AY.1. Esta se propaga más rápidamente, se une con más facilidad a las células pulmonares y es potencialmente resistente a la terapia con anticuerpos monoclonales. Sin embargo, como todo está en estudio, la mejor prevención hasta ahora sigue siendo la distancia física (1,5 metro), mascarilla, lavado frecuente de manos, ventilar frecuentemente los recintos.