Crónica

29 de septiembre: Día Mundial del Corazón

Las arritmias consisten en latidos cardíacos irregulares que aumentan el riesgo de accidentes cerebrovasculares e insuficiencias cardíacas.

Los trastornos del ritmo cardíaco son  frecuentes y provocan que el corazón lata muy rápido, muy lento o de manera irregular. Una persona puede nacer con arritmia o desarrollarla durante el transcurso de su vida.

El doctor Elijah Behr, cardiólogo de Clínica Mayo Healthcare en Londres, señala que hay avances en la prevención, detección y tratamiento de las arritmias; importantes de conocer especialmente por los efectos del Covid 19 en la salud del corazón de los pacientes.

Esto, porque el virus parece empeorar la arritmia en los pacientes que ya la tiene y también puede provocarla. «El mejor tratamiento es la prevención y eso significa vacunarse. Mientras más enfermo esté un paciente, mayor es la probabilidad de que desarrolle arritmias», comenta el especialista.

La arritmia o fibrilación auricular consiste en un latido cardíaco irregular que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca, además de ser frecuente en los casos graves de Covid 19. Un subgrupo de estos pacientes sufrirá de arritmias ventriculares, las cuales tienen mayor mortalidad inmediata.

El tratamiento de una arritmia depende de cuán persistente y grave sea el daño sufrido por el músculo cardíaco. Si es posible manejarlo, una rehabilitación simple será suficiente, pero si el daño es permanente, se requerirá tratamiento para prevenir futuros problemas o una insuficiencia cardíaca subyacente. En estos pacientes, posiblemente sea necesario administrar medicamentos o implantar un dispositivo para regular el ritmo cardíaco.

Avance en prevención

Las pruebas genéticas han alcanzado una etapa muy avanzada en los grupos con riesgo elevado de arritmia, como es el caso de pacientes con antecedentes familiares de trastornos del ritmo cardíaco o de muerte cardíaca repentina.  

Un área de investigación activa es la que se enfoca en identificar el riesgo genético para muerte cardíaca repentina en personas con causas adquiridas, más que genéticas, como quienes sufren problemas de las arterias coronarias. Los investigadores también estudian si es posible predecir el riesgo de muerte cardíaca repentina en la población general.

«Actualmente, no hay datos que respalden la necesidad de hacer pruebas genéticas de predicción para muerte cardíaca repentina en la población general. Por lo tanto, el enfoque está en las personas con antecedentes familiares conocidos de problemas cardíacos genéticos o con algún familiar que murió inesperadamente por motivos cardíacos, especialmente si era joven, porque es mayor la probabilidad de que haya una base genética», asegura el doctor Behr.

En esos casos, las pruebas genéticas se llevarán a cabo con exámenes clínicos del corazón y se proveerá consejería genética. Luego, se determinará cuán necesario es tomar medidas preventivas, como administrar medicamentos o implantar dispositivos para regular el ritmo cardíaco.

Ayudar a deportistas  

Todo depende de la afección, la gravedad y de si la persona ya tuvo síntomas o consecuencias. Puede haber deportistas que presentan palpitaciones debido a problemas no mortales del ritmo cardíaco, como una taquicardia supraventricular, que consiste en un latido cardíaco anormalmente rápido.

Estas taquicardias suelen ser muy proclives a tratamientos curativos, como la terapia de ablación, en la que se emplea un método de invasión mínima para obstruir las señales cardíacas anormales. Después, el paciente puede reanudar su actividad normal.

En las personas con problemas prolongados del músculo cardíaco o con problemas eléctricos en el corazón, continuar con un deporte puede ser más difícil. El tratamiento requiere un método personalizado que depende de muchos factores.

Síntomas de arritmia   

Los signos de alarma incluyen antecedentes familiares de arritmias o muertes cardíacas repentinas, sean prematuras o inesperadas, y las pérdidas inexplicables del conocimiento, como los desmayos no atribuibles a un descenso de la presión arterial ni a la impresión de ver sangre.

Las palpitaciones cardíacas suelen ser benignas, pero se recomienda evaluarlas cuando hay molestias o antecedentes familiares de problemas del corazón.

Muchos problemas del ritmo cardíaco se relacionan con otros problemas del corazón, pero el riesgo disminuye al alimentarse sano, controlar la presión arterial, el colesterol y el peso, evitar fumar y no consumir alcohol de forma excesiva.

Medicamentos

La farmacogenómica permite a los médicos usar la información genética del paciente para elegir los medicamentos con más probabilidad de surtir efecto y menos probabilidad de causar efectos secundarios.

Más de 200 medicamentos de uso habitual en todo el mundo, incluidos los antibióticos, algunos fármacos para la salud mental y otros relacionados con el corazón, pueden causar problemas del ritmo cardíaco, como el síndrome del intervalo QT largo, sobre todo en personas con predisposición genética a la arritmia.