Reportaje, Vitrina

En 2025 iniciará sus operaciones CTA, el observatorio de rayos gamma más grande del mundo

Estará ubicado en el Desierto de Atacama y en él trabajarán más de 1.500 científicos, provenientes de cerca de 200 instituciones de 31 países.

Con un total de 100 telescopios emplazados en el Desierto de Atacama, iniciará sus operaciones Cherenkov Telescope Array-Sur en 2025, un proyecto destinado a la observación de rayos gamma de alta energía, que permitirá la generación de mayor conocimiento en las áreas de la astronomía y la física de partículas.

Australia, Namibia y Argentina fueron los otros países del hemisferio sur considerados inicialmente por el consorcio Cherenkov Telescope Array (CTA). Sin embargo, la firma optó por el territorio nacional para sus instalaciones, específicamente en el Desierto de Atacama, a 120 km al sur de Antofagasta, muy cerca del observatorio Paranal.

El complejo estará destinado a la observación de los rayos gamma de más alta energía, que provienen del espacio exterior y que se producen en los procesos más violentos del universo, como las explosiones de supernovas o en los núcleos de las galaxias, y que no son observables por los telescopios ópticos u otros ya existentes.

“Los rayos gamma de más alta energía, que son poco frecuentes, sólo se pueden captar indirectamente desde la tierra y para ello se necesita cubrir una gran superficie de terreno. Así es como se decidió construir 100 telescopios distribuidos en aproximadamente 2 kmcuadrados para la observación de esta radiación”, señala Claudio Dib, académico de la Universidad Técnica Federico Santa María e investigador del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), miembro además del grupo de científicos chilenos que participan en CTA. 

A través de este proyecto,  se espera entender más sobre los mecanismos de aceleración de los rayos cósmicos, sobre física fundamental, como de qué partículas se compone la materia oscura del universo, o hacer tests cada vez más exigentes a la teoría de la relatividad.

«La teoría actual de la física de partículas, llamada el Modelo Standard, predice muy bien todo lo que conocemos del mundo subatómico, pero hay aspectos que matemática y experimentalmente nos indican que hay cosas incompletas, y CTA podría contribuir a su comprensión”, subraya Claudio Dib.

Respecto al rol de los científicos nacionales,  CTA ofrecerá ventajas a través de la participación conjunta en proyectos de investigación que surjan en el marco de esta colaboración internacional y también abrirá oportunidades a físicos y astrónomos externos al consorcio para presentar propuestas de uso con tiempo de observación.

Así, con más de 1.500 científicos involucrados, provenientes de cerca de 200 instituciones de 31 países, la construcción de CTA en Chile representaría una posibilidad de desarrollo para el país, ya que estimulan la producción de tecnología de vanguardia, posibilitan la formación de especialistas de alto nivel y abren oportunidades de desarrollo a otros campos de la ciencia.