La ansiedad y la depresión pueden empeorar sus síntomas si no se tratan a tiempo con un profesional.
La pandemia del Covid 19 probablemente ha generado diversos cambios en la forma en que las personas viven hoy su vida. La incertidumbre, la alteración de las rutinas diarias, las presiones financieras y el aislamiento social son aspectos desafiantes para todos.
Además, la sobrecarga de información, los rumores y la desinformación pueden hacer sentir una pérdida de control y de qué hacer. Esto ha provocado mucho estrés, ansiedad, miedo, tristeza y soledad. Y los trastornos de salud mental, como la ansiedad y la depresión, pueden empeorar.
Según los expertos de la Clínica Mayo, las encuestas muestran un aumento importante en la cantidad de adultos estadounidenses que han informado síntomas de estrés, ansiedad y depresión durante la pandemia, en comparación con estudios anteriores. Algunas personas han aumentado su consumo de alcohol o drogas, pensando que pueden ayudarles a afrontar sus temores. No obstante, el consumo de sustancias, en particular las adictas al tabaco u opioides, enfrentan peores resultados si contraen el virus. Esto debido a que estas adicciones dañan la función pulmonar y debilitan el sistema inmunológico, causando afecciones crónicas como enfermedades cardíacas y pulmonares.
Por ello, es importante aprender estrategias de cuidado personal para la salud física y mental:
-Dormir lo suficiente. Así como acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso si se queda en casa.
-Participar en una actividad física regular. Puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Busque una actividad que incluya movimiento, como baile o ejercicio.
-Comer sano, eligiendo una dieta bien equilibrada. Evitar consumir comida chatarra y azúcar refinada. Limitar la cafeína, ya que puede agravar el estrés y la ansiedad.
-Evitar el tabaco, el alcohol y las drogas.
-Limitar el tiempo frente a la pantalla. Apagar los dispositivos electrónicos durante algún tiempo todos los días, incluso 30 minutos antes de acostarse, ya sea televisión, tablet, computadora o teléfono celular.
-Reservar tiempo personal. Incluso unos minutos de tranquilidad pueden ser refrescantes y ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad. Muchas personas se benefician de prácticas como la respiración profunda, el tai chi, el yoga o la meditación. Un baño de burbujas, escuchar música o leer o escuchar un libro, también ayuda a relajarse.
Pedir ayuda
Si a pesar de sus mejores esfuerzos, aún siente impotencia, tristeza, enojo, irritabilidad, desesperanza, ansiedad o miedo, problemas para concentrarse en las tareas típicas, cambios en el apetito, dolores y molestias corporales, mal dormir o dificultades para enfrentar las tareas rutinarias, por varios días seguidos, es hora de pedir ayuda.
La ansiedad y la depresión no desaparecen por sí solos y no tratarlos puede provocar un empeoramiento de los síntomas.
Además de buscar apoyo en un amigo cercano, es aconsejable visitar a un profesional de salud mental para preguntar sobre las opciones de tratamiento.