Esto se debería a que muchos se sienten excluidos, porque los mensajes no están en creole y no entienden los beneficios de la inoculación.

Un  estudio de la consultora Safitek Research muestra que el 76% de la población haitiana desconfía del proceso de vacunación contra el Covid 19 y no se inocularía, aunque se les ofreciera la inyección.

De acuerdo con un artículo publicado por el diario La Tercera, este fenómeno se ha replicado en Chile. De hecho, en Quilicura, comuna con una alta tasa de población haitiana, el proceso de vacunación no ha logrado adhesión por parte de esta comunidad.

Pablo Salinas, dirigente de la comisión de jóvenes de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), señala que la campaña nacional de vacunación  no ha considerado publicidad masiva en su idioma, lo que ha provocado que se sientan excluidos del proceso.

“Muchos de ellos no saben para qué sirve la vacunación. El Gobierno podría haber hecho una campaña donde también podrían estar incluidos, pero eso no se ha hecho», aclara.

Según Patricio Román, director del Centro de Salud Familiar (Cesfam) Dr. Raúl Moya Muñoz de la localidad de Hospital, poblado rural de Paine, han detectado una baja adhesión de la comunidad haitiana al programa de inmunización.

“Atendemos a 2.186 migrantes haitianos, sin embargo, sólo hemos vacunado 610 con la primera dosis, y 238 tienen su esquema de vacunación completo. Su población no confía en el proceso por la falta de experiencia que tienen en campañas de vacunación, es algo nuevo para ellos, no tan cercano como lo es acá en Chile”, indica.

Para revertir esta situación, Román menciona que debe existir un proceso de sensibilización con la población haitiana, generando cápsulas educativas en creole.

Similar opinión tiene la doctora Francisca Crispi, presidenta regional de Santiago del Colegio Médico, quien agrega que también está presente cierta información contradictoria que se ha entregado sobre cuáles son los requisitos para vacunarse y el miedo a que esto se pueda vincular a procesos de deportación.

Crispi menciona que es necesario reforzar la comunicación dirigida a esta población, que invite a la vacunación, que les dé garantías y que considere mensajes en creole.