Vitrina

El cuidado parental de los Rayaditos en Chile

  

Un reciente estudio mostró que la colaboración entre machos y hembras durante la crianza de  polluelos, no disminuye ante la existencia de hijos extra pareja.

Existen muchas especies que presentan un trabajo colaborativo entre madres y padres para la crianza. Es el caso del Rayadito (Aphrastura spinicauda), un ave endémica de Sudamérica, que ha mostrado tener este comportamiento inclus cuando existen polluelos nacidos de encuentros extra pareja.

Este pequeño pájaro de plumaje jaspeado y cola larga ha sido identificado como una especie monógama, siendo muy común que machos y hembras se acompañen durante todo un período de cría, ayudando ambos a la construcción del nido, empollamiento y cuidado y alimentación de los polluelos.

Pero, recientemente, se detectó que estas especies también se enfrentan a episodios de “paternidad extra pareja”, fenómeno presente en un pequeño porcentaje de aves y que se genera cuando al interior de una nidada existen polluelos de padres distintos. Este rasgo no afectaría el comportamiento del Rayadito macho que comparte el territorio y nido, a diferencia de otras aves  que sí tienden a disminuir el cuidado parental cuando los pollos del nido no son sus hijos biológicos.

Así lo estableció una investigación publicada en la revista científica Ecology and Evolution, que se focalizó en poblaciones de Rayaditos que habitan los bosques de Isla Navarino, en la Región de Magallanes. El trabajo estuvo dirigido por Rodrigo Vásquez, biólogo e investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad y de la Universidad de Chile.

El equipo de científicos recolectó datos durante dos temporadas de reproducción, registrando valiosa información de un total de 44 parejas de Rayaditos, para lo cual debieron instalar casas anideras y realizar diversas observaciones y tipos de análisis.

 “Pensamos que estas aves eran totalmente monógamas, pero luego de nuestros estudios vimos que la situación no era así. Esto, gracias a una tecnología que utiliza marcadores genéticos llamados microsatélites, que son de fácil uso y permiten detectar grados de parentesco y diferencias genéticas a muy fina escala. En este caso, con una pequeña muestra de sangre, se extrajo el ADN de pollos y adultos y pudimos saber si los pollos de una nidada eran hermanos completos o medios hermanos”, explica Rodrigo Vásquez.

El estudio mostró que de los 206 pollos nacidos y analizados de 44 nidos, sólo 17 eran hijos “extra pareja”, lo que corresponde a un 8% del total. Y si bien el índice no es alto, estos vínculos esporádicos no se habían identificado anteriormente en estas aves.

¿Cómo se produce este fenómeno? Las hembras de Rayadito se aparean en promedio una vez por día, poniendo un huevo al día siguiente, proceso que puede extenderse por varios días. Es así como en una sola nidada, pueden nacer alrededor de 4 a 8 pollos. En ese mismo intervalo, una hembra puede llegar a tener un rápido encuentro con otro macho con el que no vuelve a vincularse más.

“En general, vemos que el cuidado parental en los Rayaditos es muy equitativo entre macho y hembra, en todos los escenarios. Ambos llevan alimento a los pollos en igual cantidad. En ocasiones se ha visto que el macho permanece más tiempo con los pollos cuando lleva comida, a diferencia de la hembra, quien realiza más visitas al nido. Se ha visto además que el macho transporta más insectos voladores, mientras que la hembra lleva más invertebrados no voladores, como larvas”, sostiene el científico.

Rodrigo Vásquez también estima que la importancia del estudio radica en la necesidad de seguir incrementando el conocimiento científico que se genera desde el hemisferio sur, poniendo foco en las diferentes especies y sus interacciones con el resto de la naturaleza que habita estos territorios.