Un informe de The Economist indica que esta enfermedad acarrearía un gasto fiscal de 7 mil millones de dólares para el país.

Según datos de la  Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 74,2% de la población adulta en Chile presenta sobrepeso u obesidad, cifra que lo sitúa en segundo lugar, después de México (75,2%) y superando a Estados Unidos (71%).

Diversos estudios han analizado la prevalencia de esta enfermedad y los resultados confirman que  la situación es crítica y que la crisis sanitaria la ha empeorado. Los niños y jóvenes no se escapan a esta realidad. El Mapa Nutricional Junaeb 2020 señala que un 54,1% de niños y adolescentes en prekinder, kinder, primero básico, quinto básico y primero medio tienen sobrepeso u obesidad.

La doctora Sylvia Cruchet,  pediatra y académica de la Universidad de Chile, explica que lo importante es trabajar en políticas de Estado tendientes a potenciar soluciones integrales.

 “Considerando el contexto chileno actual, con un alza sostenida en problemáticas alimentarias en diversas poblaciones y los altos costos asociados a los tratamientos, surge la necesidad de contar con un sistema de salud público que considere la prevención, el tratamiento, el financiamiento y el acompañamiento por parte de un equipo multidisciplinario”, afirma.

En este contexto, en 2021 ingresó un proyecto de ley para reconocer la obesidad como una enfermedad crónica, que de ser aprobado sería un hecho inédito e incluso marcaría precedente para otros países de Latinoamérica. En paralelo, a través de la ley de presupuesto se aprobó un copago para la cirugía bariátrica.

El proyecto de ley apunta a la promoción y regulación de alimentos procesados saludables; la promoción de una dieta saludable; la prevención y control de sobrepeso y obesidad; la vigilancia epidemiológica del sobrepeso y obesidad, y estrategias de cobertura y financiamiento para el tratamiento de la obesidad.

Si bien los factores de riesgo para el desarrollo del sobrepeso y obesidad son variados, es importante considerarlos como un punto de partida para otras patologías. Es por eso que los profesionales destacan la importancia de consultar a tiempo a un médico.

“Es importante que las personas se animen a pedir ayuda a profesionales especializados sin temores ni culpas, dado que la mayoría de los enfermos obedecen a causas metabólicas. Hoy   existen alternativas efectivas de tratamiento para el sobrepeso y la obesidad, que van más allá de hacer dieta y ejercicio y que ponen el foco en restaurar las alteraciones de los mecanismos que regulan el peso corporal, desde una mirada fisiopatológica, metabólica, integrativa y multidisciplinaria”, comenta María José Escaffi, nutrióloga y académica UAI y Universidad Mayor.

Un estudio de Lenz Consultores, muestra que la mayor prevalencia de obesidad en Chile se concentra en la zona sur del país, específicamente en la Región de Aysén con un 44,3%, le sigue la Región de Los Ríos con un 43,83% y la Región de la Araucanía con un 41,09%.

También indica que el 66% de las personas con obesidad sufre ansiedad. Más relevante aún es que más de un tercio de las personas con obesidad tiene depresión.

El doctor Arturo Zumaeta, psiquiatra de adultos del Centro de Obesidad y Enfermedades Metabólicas de la Universidad de Chile, explica que lo más relevante en el abordaje de la enfermedad desde la salud mental es sacar el estigma, dejar de culpar a los pacientes y asumir que es una enfermedad crónica y como tal, requiere de un acompañamiento multidisciplinario, que fomente conductas y tratamientos adecuados para cada paciente.