Estar bien

Pros y contras de la terapia de reemplazo hormonal  

 Actualmente, se recomienda con el objetivo de eliminar diversas molestias, como sofocos, niebla mental, dolores articulares e insomnio.

Los síntomas asociados a la menopausia son muchos. Para algunas mujeres son más leves, pero para otras resultan en un deterioro en la calidad de vida.

Por eso, está la opción de la terapia de reemplazo hormonal, que regula los niveles de la hormona estrógeno, que en este período fluctúan y disminuyen. El estrógeno tiene muchas funciones, pero principalmente mantiene la fortaleza de los huesos e influye en la temperatura de la piel.

Entonces, a medida que los niveles de estrógeno se vuelven inestables, pueden presentarse   síntomas como sofocos, sudores nocturnos, ansiedad y dolor en las articulaciones. La terapia hormonal aumenta los niveles de estrógeno en el cuerpo de una mujer y alivia esos malestares.

La terapia hormonal sustitutiva también tiene beneficios adicionales, como ayudar a prevenir la pérdida ósea y las fracturas. Para las mujeres menores de 60 años ofrece cierta protección contra las enfermedades cardíacas.

Tratamiento

Las hormonas de reemplazo viene en muchas formas y tamaños, desde píldoras y parches hasta geles y anillos.

El ingrediente principal es el estrógeno, pero una de las formas más comunes es la terapia combinada, en la que el estrógeno se administra junto con una versión sintética de la hormona progesterona, que ayuda a proteger el revestimiento del útero, ya que el estrógeno por sí solo a veces puede aumentar la posibilidad de cáncer de útero.

El tipo de terapia varía de una persona a otra y dependerá de los síntomas y estilos de vida. Generalmente, se empieza con la dosis más baja posible cuando se presentan los primeros síntomas de la menopausia.

La mayoría de las terapias hormonales tienen un impacto en todo el cuerpo. Pero algunas se usan solo vaginalmente, para aliviar síntomas en esta parte del cuerpo. Esto minimiza la cantidad de estrógeno absorbido por el organismo, pero no alivia otros síntomas como los sofocos.

Para hacer efecto, el tratamiento puede tomar hasta tres meses, y es posible que se necesite ajustar o cambiar la dosis y el tipo de terapia hormonal.

No hay límite de cuánto tiempo puede tomarse. Pero algunas entidades médicas recomiendan usarla en la dosis más baja y durante el menor tiempo necesario. Esto, debido a que algunos tipos de terapia se han relacionado con un riesgo ligeramente mayor de cáncer. La terapia combinada, por ejemplo, se puede asociar con un pequeño aumento en el riesgo de cáncer de mama.

Otros efectos secundarios pueden ser sensibilidad en los seno, dolor de cabeza, náuseas, indigestión, dolor de estómago  y sangrado vaginal.

Por esto, es que la terapia hormonal puede que no sea adecuada en ciertos casos, como haber tenido cáncer de mama, de útero o de ovario; presión arterial alta no tratada; haber tenido coágulos de sangre,  o una enfermedad hepática.